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Juliana Sernas #SoyMexicana

Una flor zapoteca brillante

Por Todito Centro

San Antonino Castillo Velasco, es un pueblo de origen zapoteco que se encuentra a unos 25 kilómetros del sur de la capital oaxaqueña, es una localidad reconocida por ser creadoras de uno de los trajes regionales más distinguidos de Oaxaca. Es el lugar donde nació la artesana Juliana Martha Sernas Luis en el año de 1963. Todo mundo la conoce como la Maestra Martha porque estudió en el Centro Regional de Educación Normal y fue la primera mujer del pueblo que estudió.
Nos cuenta que empezó a bordar desde los ocho años, porque su mamá bordaba mucho, tenía unagama enorme de hilos y le gustaba jugar mucho con los colores en sus bordados; cuando se casó, una hermana le bordó en sus cojines una novia y un novio. Siempre regalaba cosas. Nos cuenta que su mamá bordaba detalles hermosísimos, y que eso la animó a decirle: “mamá quiero bordar una servilleta” y así empezó a bordar. A los 14 años empezó a dibujar con ayuda de sus tías, el dibujo y los bordados tradicionales.
En el 2004, conoce al padre Hilarino, un sacerdote peculiar, que iba a las casas a preguntar a ver qué podía hacer, acompañaba a la gente, le gustaba participar en las fiestas, y le dijo: “maestra, tú tienes mucho para liderar y quiero que me acompañes en una empresa, las mujeres artesanas de aquí son muy pobres y quiero que me ayudes a ayudarles”, Juliana respondió: “padre, yo no tengo dinero, ¿cómo le voy a hacer?”, el padre replicó: “no se trata de dinero, es cuestión de ideas”, y así formaron un grupo de 25 mujeres.
En el 2005, llegan con ellas estudiantes de la Universidad Regional del Sureste a hacer su servicio social, ellos les dijeron “para resolver su problema de ventas, las tenemos que colocar en las redes sociales y necesitan un nombre y una marca para su taller”, la compañera Teresita fue la autora del nombre en zapoteco: Gürabini (: flores, rabini: esplendorosas, brillantes) “flores que brillan”, tanto por las flores que brillan en sus blusas, como por todas las artesanas que son flores brillantes. Los jóvenes estudiantes les hicieron la imagen del taller, inspirados en las rosas de castilla (símbolo del pueblo), una aguja porque es su instrumento de trabajo y el color plateado porque, por su edad, todas las artesanas llevan orgullosas canas en su cabellera, por eso el taller se llama Aguja de Plata.
La idea de Juliana es que cada familia tenga un taller, que cada nueva integrante empiece con el grupo, se fortalezca y, cuando ya esté lista, separarse del grupo para formar el suyo de manera familiar. Este esquema gusta mucho a la gente de San Antonino y los demás grupos lo han hecho propio: “eso nos da mucho gusto, pues siempre hemos compartido nuestros logros y nuestras experiencias”.
Nos cuenta la maestra Juliana: “un problema que estamos enfrentando es el plagio de nuestros diseños, el caso más grave fue el de una marca argentina (Rapsodia), esto nos sacudió a todas las artesanas e hizo que formáramos la unidad. Nos dimos a la tarea de buscar apoyos, pero tristemente nos dimos cuenta que no había una institución que nos apoyara”; por eso la maestra exhorta a sus compañeras: “las artesanas somos las que debemos hacer algo, no podemos dejarlo todo al gobierno, ellos están solo un tiempo y nosotras somos artesanas hasta morir, si queremos que se preserve nuestra herencia cultural a nosotras nos corresponde actuar”.
En su trayectoria como artesana Martha Juliana ha asistido a foros donde ha compartido la realidad de su gremio: “somos muy egoístas y estamos divididos y por eso no se alcanzan las metas, es muy, pero, también que no se aprovechen de que estamos divididos, y que por eso nos dejen a la deriva y no hagan nada por nosotros; tienen que hacer cosas, leyes que puedan sustentar lo que estamos pidiendo”.
Para la maestra Martha Juliana el logro mas valioso que han tenido es la estabilidad económica de sus compañeras a través del trabajo de los bordados, que puedan decir: voy a la Guelaguetza y le lleven a sucompadre 100 huevos o una canasta de tomates; que Aguja de plata, sea solvente y puedan pagar porel trabajo que hacen sus compañeras. “Yo creo que se ha logrado lo que el padre soñó, él está ya descansando, pero en espíritu, a mí me acompaña mucho”, nos dice emocionada.
Esta es la maestra Martha Juliana Sernas Luis, artesana bordadora quien nos despide diciendo que nuestro país tiene una riqueza hermosísima, que cada artesano lleva en el alma cosas hermosas, e invita a todos esos pueblos artesanos de México que no permitan que se muera lo que nuestros antepasados nos dejaron, y que siempre nos mostremos orgullosos de lo que somos porque, de esa manera enaltecemos nuestro espíritu.

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